Dos nuevas especies endémicas y un nuevo registro para la flora del Perú se descubren en el Parque Nacional Cordillera Azul

La biodiversidad del Parque Nacional Cordillera Azul no deja de sorprendernos. A través de expediciones científicas realizadas por el Jardín Botánico de Missouri en Cordillera Azul, se descubrieron a las especies de árbol Chrysochlamys montieliae R. Rojas & Vásquez sp. nov. y Paradrypetes subintegrifolia G.A. Levin, ampliando así el área de distribución de la flora peruana con estos nuevos registros.

En el bosque amazónico del Parque Nacional Cordillera Azul, a una altitud de 479 m de altitud, se descubrió una nueva especie de Chrysochlamys (familia del charichuelo - Garcinia madruno) creciendo entre las rocas, al borde de la quebrada Shanshuico, en la región Loreto. Esta expedición botánica fue liderada por Rocío del Pilar Rojas Gonzáles y Rodolfo Vásquez Martínez en el 2022, del Jardín Botánico de Missouri. A esta nueva especie se la denominó Chrysochlamys montieliae R. Rojas & Vásquez sp.  nov., la cual es endémica del Parque Nacional Cordillera Azul. Con este nuevo descubrimiento, el Perú pasó a tener 11 especies de Chrysochlamys, de las cuales 5 de ellas son endémicas.  

Siguiendo los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta nueva especie se ha categorizado como Datos Insuficientes (DD) debido a que carece de información para evaluar su estado de conservación. Por ello, se propone realizar más colecciones botánicas dentro del Parque Nacional Cordillera Azul para comprender mejor la biología, el hábitat y la conservación de esta especie.

 

La especie nueva de Chrysochlamys montieliae R. Rojas & Vásquez sp. nov. es un árbol pequeño de 4.5 m de alto y 9–12 cm de diámetro.

Rocío del Pilar Rojas menciona que, “el Parque Nacional Cordillera Azul es una de las pocas ANP peruanas que alberga en su interior una transición del bosque amazónico hacia la yunga con varias cordilleras intrusivas y valles amazónicos. Esta mezcla de elementos amazónicos y andinos genera una inesperada diversidad de especies… a tal punto que aún no se puede predecir cuántas especies nuevas más se podrían encontrar”. Agradece al personal del Sernanp por el apoyo brindado durante los días de campo que significó este descubrimiento. Para conocer más sobre esta especie, puede revisar el artículo científico: https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/rpb/article/view/25163/19658

Asimismo, se amplía la distribución geográfica de la especie Paradrypetes subintegrifolia G.A. Levin, conocida hasta hace poco en Brasil y Ecuador (en Brasil se le conoce como “pitaíca macho”), convirtiéndose de esta manera como el primer y nuevo registro de esta especie en el Perú.

Cabe resaltar que el género Paradrypetes, anteriormente, se encontraba dentro de la Familia Euphorbiaceae (la familia de la shiringa o caucho) de acuerdo a las características morfológicas que presentaba hasta el 1992; pero, a través de análisis morfológico y molecular a detalle, pudieron dar con su clasificación exacta, ahora pertenece a la familia Rhizophoraceae (la familia del mangle).

Paradrypetes subintegrifolia G.A. Levin fue registrada dentro de un bosque de Transición pre-Montano a los 780 metros de altitud del Parque Nacional Cordillera Azul, sobre suelos de arena blanca, y hacia las nacientes del río Ushpayacu, en la región Loreto. Esta especie de árbol fue recolectada durante la expedición botánica liderada por Luís Valenzuela Gamarra en el 2017 con el apoyo de los guardaparques de Cordillera Azul, Agustín Vergara y Wilder Guerrero.

 

Este singular árbol mide entre 18 a 35 m; cuenta con un tronco que presenta una corteza exterior con ritidomas que suelen desprenderse y huele mal. Sus hojas son verde oscuras hacia el haz, verde claro hacia el envés, coriáceas, opuestas, dentadas y elípticas. Sus flores se ubican sobre un pedúnculo de origen peciolar y son de color blanco. Los frutos son carnosos y van de colores verdes a anaranjados.

De esta manera, la gestión del Parque Nacional Cordillera Azul promueve el desarrollo de investigaciones en el área natural protegida con el fin de generar una efectiva conservación de su biodiversidad y actividades sostenibles a través del aprovechamiento responsable de sus recursos naturales.